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¿Cuándo fue la última vez que hice algo que, especificamente, fuese hecho para el mundo del arte? Es decir, para ser exhibido o presentado en un espacio dedicado a legitimarlo como objeto o producto de arte. En julio del 2014 adapté una tira de papel para ticketes para una exhibición colectiva en la Casa de la Cultura de Nuevo León. Era un trabajo que originalmente había hecho en 2006 para un supermercado.
Antes de eso creo que el último año que estuve verdaderamente activo, con exhibiciones y proyectos, fue precisamente ese año 2006. Si recuerdo el momento en el que empecé mi incursión en el mundo del arte, diría que fue en 1977. Entonces fueron casi 30 años de trabajo, y después de 2006, fueron casi 10 años en pausa. Ni mucho ni poco, solamente eso, el tiempo que vuela.
En esos últimos 10 años hice cosas diferentes, y logré decifrar asuntos complejos de mi vida. Pasé por un doctorado, viví fuera de mi ciudad por 4 años, exploré otras actividades que no había conocido, leí sobre filosofía, ciencias sociales y psicoanálisis, y así.
Hoy me siento atraído por un proyecto de producción que me parece he madurado lentamente. Casi todos los días hago notas, preparativos, bosquejo ideas, encuentro relaciones, organizo carpetas en la computadora, y me imagino el trabajo que estoy deseoso de empezar.
La residencia Hiatus me ayudó a revisar y ordenar ciertas ideas, sobre todo porque escribir para alguien (el reporte) es responder a las preguntas que, aunque no se expresan, están ahí para ser respondidas. Soy interpelado por mi. La residencia fue un afortunado encuentro, una coincidencia con mi proceso personal (¿existirán las coincidencias?) y aún cuando estoy apurando el paso para empezar mi proyecto, aún tengo que soltar otras actividades. Andar a la deriva todos estos años ha tenido un costo y una inversión de tiempo que no puedo abandonar con la rapidez que quisiera. No puedo separarme de eso más que con la voluntad de hacerlo, y procurando cerrar los ciclos y las encuentros (asesorias, cursos, archivos de imágenes, viajes, voluntariados, lecturas, etc).
Nunca me he separado del mundo del arte pero en este período he aprendido a verlo de otro modo. No he abandonado el quehacer, sino que lo trasmuté en inquietudes y preocupaciones diferentes, en otros campos, acciones y miradas. En este momento lo que persigo, el quehacer que viene, está relacionado con una aguda conciencia que me resulta dolorosa de comprender, en la que me siento atravesado por las circunstancias de un siglo xxi sin utopías, cínico, desterrado, desposeído. Un zeitgeist interiorizado que me duele como también me duele el cuerpo de viejo.
El proyecto que iniciaré es entonces un testimonio que trata de dar cuenta de lo que sucede en el presente desde el cúmulo de experiencias de mi existencia. Es una tarea ambiciosa. Estoy preparandome para hacerla y la situo a partir del 2016. Presupongo que me tomará dos o tres años de trabajo constante para concluirla.
Es una certeza. Por ello, en ciertos momentos presentes siento que estoy perdiendo el tiempo, o que no quiero aceptar mas tareas o actividades que vayan mas allá de diciembre del 2015. Percibo mi actitud, y es razonable. Es ese giro el que marca la diferencia entre estar a la deriva sin quehacer, y sentir urgencia de producir lo que se tiene que producir, ya sea arte o no-arte, no importa. Es algo que se oculta entre las palabras, las cosas y las sensaciones. Se requiere llevarlo a la práctica para probar hasta donde puede ser atrapado ese escurridizo asunto.
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When was the last time I made something, specifically made for the art-world? That is, to be exhibited or presented in a space dedicated to legitimize it as an art object or an art product. It was in July 2014 when I reused a roll of supermarket ticketpaper for a collective exhibition at the Casa de la Cultura de Nuevo Leon. It was a work that was originally made in 2006 as an intervention in a Soriana supermarket in Monterrey.
Before 2014 it was precisely 2006 the last year I was really active with exhibitions and art projects. If I remember when I began my foray into the art-world I would say it was in 1977. So, there you have almost 30 years of work, and after 2006 until now almost 10 years paused, in hiatus. Neither a lot nor few time, just that, time flies.
In those 10 recent years I did different things and I managed to decipher complex issues of my life. I went through a doctorate, I lived out of my city for 4 years, I explored other activities that I had not known, I read about philosophy, social sciences and psychoanalysis, and so on.
Today I feel attracted to a production project that I think I have matured slowly. Since two years ago almost every day I make notes, preparations, sketch ideas, find relationships, organize folders on the computer, but not in a specific direction. But now I can imagine the work that I’m eager to get started.
The Hiatus residence helped me to review and organize certain ideas, especially because writing for someone (as in the report) is to answer questions, although not expressed, that I ask to be answered. I’m challenged by me most of the time. The residence was a fortunate encounter, a coincidence with my personal process (are there, really, coincidences?) And even when I’m rushing over to start my project, I have yet to release other activities. To drift all these years has now a cost and it required an investment of time. I can’t leave those activities as quickly as I would like. I can’t break up with them but only with the will to do it, and taking care to close their cycles (consultations, courses, files, volunteering, reading circles, etc.).
I have never been separated from the art-world but in this 10 year period I have learned to see it differently. I transmuted my work into different concerns and worries in other fields, actions and optics. What I pursue right now, this next task, is related to an acute awareness that I find painful to understand; I also feel crossed by the XXI century circumstances, a hopeless century without utopias, cynical, routlessness and dispossessed. A zeitgeist internalized in me that hurts like my body hurts as I get older.
My project is a testimony that attempts to make an account for what happens in my context and from the experience of my life. It is an ambitious task. I’m getting ready to do it and I may begin it in 2016. I assume it will take me two or three years of constant work to finish it. Bye hiatus status.
It is a certainty. Therefore, sometimes in the present I feel I’m wasting my time, or that don’t want to accept more tasks or activities that go beyond December 2015. I perceive my attitude, and it is reasonable. It is this shift that makes the difference between being adrift, and feeling urgency to produce what is to be produced, either art or non-art, no matter. It is something that is hidden between words, things and feelings. I need to do it to test how far can I caught that elusive thing.
enrique wrote on Nov 1:
thanks milena, I'll look for it !!
milena kosec wrote on Oct 13:
It seems the XXI century circumstances are the same all aroun the world. I just saw very sad documentary film We Come as Friends by Hubert Sauper. Must to see!
shinobu wrote on Oct 9:
OK, so you are still with us, phew! But can you believe it is the LAST month anyway?!?